Nuestro insólito universo...
sábado, enero 10, 2009
Desde que llegué a España he tenido que acostumbrarme a ver cosas rarísimas, pero nada me había preparado para lo de esta noche...
Estaba plácidamente sentado en el sofá, viendo un partido de fútbol en la tele. Rigo estaba a mi lado, haciendo algo en la laptop. Terminó el primer tiempo y aproveché para limpiar un poco mis lentes y estirar las piernas. De repente, una extraña sensación me invadió... sentí calor y algo parecido a una punzada en las entrañas, que me hizo que me levantara en el acto.
Le dije a Rigo que saldría al balcón a tomar un poco de aire... si aún fumara, sería uno de esos momentos perfectos para un cigarro. Los termómetros marcaban unos 7 grados bastante decentes, así que caminé hacia el balcón sin imaginar lo que allí me esperaba. Abrí la puerta corrediza y allí estaba... quedé petrificado al verlo.
Sabía que en momentos así, lo mejor que uno puede tener a la mano es una cámara. Claro, eso no resolvería todas mis preguntas acerca del origen de aquel extraño aparato que, intuyo, llegó volando desde algún sitio insondable. Rápidamente le pedí a Rigo que me alcanzara la cámara, porque preferí no moverme para no espantar al pequeño visitante.
Como pude, le tomé tres fotos y sólo en dos de ellas se puede apreciar bien la forma del aparato volador. Se giró hacia mí en una acción que estimé amenazadora y sólo pude reaccionar cerrando rápidamente la puerta, para ver luego cómo despegaba y se perdí en la noche. Me quedé, además de las fotos, con un susto en el cuerpo por haber estado en contacto con ¿algo? que no termino de explicar, aunque las hipótesis en mi cabeza estén en plena ebullición.
Ahí les dejo las fotos...