Los Formales y el frío
miércoles, mayo 02, 2007
Para Rigo... gracias por hacer que volviera a este poema... y de la voz del maestro mismo...
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LOS FORMALES Y EL FRÍO
Quién iba a prever que el amor, ese informal,
se dedicara a ellos tan formales.
Mientras almorzaban por primera vez,
ella muy lenta y él no tanto
y hablaban con sospechosa objetividad
de grandes temas en dos volúmenes.
Su sonrisa, la de ella,
era como un augurio o una fábula;
su mirada, la de él, tomaba nota
de cómo eran sus ojos, los de ella,
pero sus palabras, las de él,
no se enteraban de esa dulce encuesta.
Como siempre o como casi siempre
la política condujo a la cultura
así que por la noche concurrieron al teatro
sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
y como a la salida hacía bastante frío
y ella no tenía medias
sólo sandalias por las que asomaban
unos dedos muy blancos e indefensos
fue preciso meterse en un boliche.
Y ya que el mozo demoraba tanto
ellos optaron por la confidencia,
extra seca y sin hielo por favor.
Cuando llegaron a su casa, la de ella,
ya el frío estaba en sus labios, los de él,
de modo que ella, fábula y augurio
le dio refugio y café instantáneos.
Una hora apenas de biografía y nostalgias
hasta que al fin sobrevino un silencio...
Como se sabe en estos casos es bravo
decir algo que realmente no sobre.
Él probó... sólo falta que me quede a dormir
y ella... probó por qué no te quedas?
y él... no me lo digas dos veces
y ella... bueno por qué no te quedas?
de manera que él se quedó en principio
a besar sin usura sus pies fríos, los de ella,
después ella besó sus labios, los de él,
que a esa altura ya no estaban tan fríos...
y sucesivamente así
mientras los grandes temas
dormían el sueño que ellos no durmieron.
Mario Benedetti
Otto, en este momento cualquier cosa que yo diga realmente sobrará.
Un beso
solo paso rapidito a saludar...
yassou